sábado, 17 de marzo de 2012

Reverso de manga



En el reverso de la manga guardo el corazón abierto, de par en par para que entre lo que yo deje pasar. Lo que encuentro en el camino y me sienta a gusto. Nada de chinillas que se creen piedras. Me aferro al tiempo, único maestro que siempre tiene la razón.

Tiempo que todo lo da y todo lo cura.

Tiempo que nos pone a cada uno en nuestro lugar.

Tiempo que tanto desaprovecho escribiendo esto, cuando podría estar soñando, o estudiando, sacando partido a la vida, pero no me da la gana.

Tiempo.

Tiempo que alimenta las voces sordas, que siempre hablaron de más.

Tiempo que aprovecho con los seres que yo quiero.

Tiempo solo son segundos que guardo en el reverso de la manga.

Conserje de maniconios abandonados


Encierro hadas mágica, junto a los pájaros de la cabeza. A cal y canto,como el
corazón que guarda bajo llave todo un amor. Conserje de manicomios abandonados,
camina con prisa por los pasillos, escuchando de fondo las voces de aquellos
que creyó muertos.

Encierro hadas mágicas, para cortarles las alas. Una a una. Despacio, sin prisa.
Una nana salida de mi boca, retruena encima de las nubes de tormenta...Haciéndolas
callar. Conserje de manicomios abandonados, sin ideas en la cabeza, sin risa, sin
luces… Cansado de cerrar siempre las mismas puertas, una y otra vez, una y otra
vez. Aprisa, por si vienen las voces sordas cerca de su sombra.

Encierro hadas mágicas para contarles historias que guardo bajo la almohada.
Historias sin puntos, sin comas. Historias improvisadas, todas las noches, hasta
que el conserje de manicomios abandonados pasee aprisa cerrando mis parpados,
buenas noches.


Hasta el día siguiente.