Un, dos, tres. Resuena el reloj otra vez con su segundero
haciendo malabares con el tiempo. Nunca dejará de actuar, aunque se quede sin
aliento, nunca dejará de actuar y en los dedos maneja el presente, en un visto
y no visto ya es pasado. Un, dos, tres. Resuena el reloj en el eco del silencio
dentro de esta habitación, como si
estuviera castigado cara a la pared atado de pies y manos al vaivén del
segundero. Al ritmo del malabarista, de un lado a otro, viéndole pasar.
lunes, 24 de septiembre de 2012
Aquí y ahora...NO.
Seré marinero en mis dudas, soñador de día y currante de
noche, traficante de palabras dentro del abecedario. Seré libertad en la cárcel
de la soledad, racha de viento en el espacio cerrado, cuento sin desenlace,
problema sin solución. Seré el redoble en las campanas, el que no resucita por
respeto a la vida, la costilla que cambió la mitología. Seré alfombra que sepa
volar, la carretera recta, que no tiene fin, cielo sin nubes lleno de
estrellas. Seré iris en el arco, el sepulcro del dios que ya murió, el humo que
sale del que manda señales. Seré la yerba del jardín, el espejo que no da
reflejo, la ausencia dentro de la vida. Seré camello de los reyes magos, los
zapatos que hacían pira en la escuela…Seré tantas cosas, en otra vida, en esta
no. Siempre me han contestado…Haber estudiado.
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