La gente que me conoce dice que soy un bohemio, un loco
solitario que solo se siente a gusto en la incoherencia de las palabras. Nómada
de lugares, rey de mi mundo, inútil de estudios y corre caminos delante el
segundero. Principito entre sus piernas, racha de viento en el espacio cerrado,
truhan de las peores pesadillas y protagonista sin mí. Soy el reflejo del
espejo, la espera del que apuesta al tiempo, revolucionario de hormonas,
corredor de pieles en celo, actor de una tele tragicomedia muda, simpatizante
de la libertad, sin rejas de expresión y sexualidad. Vividor del libre
albedrío, agitador de aplausos, organizador de días en lo que surja. Soy
mentalmente incorrecto, vago dentro de la vagueza, pensador de las cosas menos
sensatas, alquimista de torres bajas, dragón de cuentos de valientes
caballeros, payaso sin escenario, iluso sin luna, cada madrugada, sobre estas
horas, da igual dónde y cómo pero sin romper los principios…Atrevo a ser tantas
cosas que se quedan dentro del papel.