Y…Cuando el tiempo se convierte en pausa y el reloj brillan
por su ausencia, no es hora de aliñar el cigarro o de hacer mención a las
palabras, no son segundos de inspiración ni de ningún tipo de pensamiento,
mente en blanco. Cuando el tiempo es pausa es hora de meterme en la cama y
soñar.
Soñar hasta que se canse mi cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario