Nunca he metido prisa a las palabras para que salieran libres sin sus riendas por inhóspitos parajes para el ojo humano.
Blanco, totalmente blanco hasta el horizonte. Blanco hasta que la tinta no de paso a su función.
Cómo van a salir las palabras si la caligrafía se ha quedado sin nada con lo que escribir.
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