viernes, 29 de marzo de 2013

De la pared...


He tenido en posesión ausente todos los segundos invisibles que no dejan a nadie indiferente. Entre los dedos un cigarro poco aliñado, que luego no me entero de lo rápido que corre el tiempo. Me enervo y me agobio por querer hacer visible lo invisible. Los fantasmas de lugares abandonados, la libertad que atrae a las palabras, el destino que lo tengo por ahí escondido buscando los segundos perdidos que albergan este cuaderno. Ya no me dice nada cuando lo tengo abierto de par en par con el papel en blanco. Corren los segundos invisibles. Entre los dedos solo quedan las cenizas y una colilla.

El tiempo muerto cuelga de la pared. 

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