Salgo muy temprano a saludar la noche. Gajes del oficio. Con
legañas en los ojos tropiezo con todas las baldosas del camino hacia el frio, el hielo. Hacia las escamas frescas, al suelo resbaladizo y pésimamente
encerado. Camino a las cajas de madera mal apuntaladas, al poliespan pintado y
enumerado. Camino a los dolores de espalda, brazos y muñecas. A las cicatrices
en los dedos, a las carreras al baño por el buen café de maquina y al mítico
calendario de tias en pelotas.
Cada noche que suena el jodido y madrugador
despertador, salgo a la calle y saludo al día. A esas horas tan tempranas la
única que está despierta es la luna.
Cada noche la miro y me replanteo la vida.
Alguien tenía que ser el encargado de poner las calles para que los siguientes no nos caigamos al vacío!! 😜 te ha tocado!!
ResponderEliminarCon filosofía la vida es menos aburrida!!
Animo!!