lunes, 7 de enero de 2013

Jodido y madrugador despertador.


Salgo muy temprano a saludar la noche. Gajes del oficio. Con legañas en los ojos tropiezo con todas las baldosas del camino hacia el frio, el hielo. Hacia las escamas frescas, al suelo resbaladizo y pésimamente encerado. Camino a las cajas de madera mal apuntaladas, al poliespan pintado y enumerado. Camino a los dolores de espalda, brazos y muñecas. A las cicatrices en los dedos, a las carreras al baño por el buen café de maquina y al mítico calendario de tias en pelotas. 

Cada noche que suena el jodido y madrugador despertador, salgo a la calle y saludo al día. A esas horas tan tempranas la única que está despierta es la luna. 

Cada noche la miro y me replanteo la vida. 

1 comentario:

  1. Alguien tenía que ser el encargado de poner las calles para que los siguientes no nos caigamos al vacío!! 😜 te ha tocado!!
    Con filosofía la vida es menos aburrida!!
    Animo!!

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